Conoce a Haingo, de Madagascar
El labio leporino de Haingo era evidente, pero el pequeño agujero en el paladar de su boca que impedía que la niña de 7 meses amamantara, era invisible. Y estaba amenazando su vida.

Su madre, Viviaby, hizo todo lo que pudo para intentar alimentar a su bebé, pero sabía que Haingo necesitaba urgentemente una cirugía para reparar su boca. Cuando un desconocido le habló a Viviaby acerca de las cirugías gratuitas de Naves de Esperanza, ella, con valentía, cargó a su hija durante dos días solo para encontrar un transporte que la llevara al barco.
Tu compasión brinda ayuda
Una vez a bordo de la Esperanza de África, nuestros enfermeros pediátricos empezaron un plan de nutrición de emergencia para Haingo porque su bajo peso era muy peligroso. Al final, llegó a los 3,5 kg y fue lo suficientemente fuerte como para soportar las dos cirugías que necesitaba para reparar su labio leporino y su paladar hendido.

Cuando Haingo salió de la primera cirugía, Viviaby cogió a su hija en brazos. «¡Es preciosa!», exclamó con lágrimas en los ojos.
El poder curativo de la misericordia
Gracias a la compasión de donantes como tú, el paladar de Haingo está reparado y ya puede comer y beber bien. Ahora podrá crecer, hacerse fuerte y llegar a hablar con claridad.
Cuando Viviaby y Haingo volvieron a su aldea, su familia y amigos no podían creer lo que veían sus ojos. Incluso el hermano de 4 años de Haingo protestó: “¡Has intercambiado a mi hermana! ¡Esa no es mi hermana!”
“Nadie creía que alguien pudiera ayudar a Haingo”, explicó Viviaby. “Sin Naves de Esperanza, Haingo hubiera muerto.”

“¡Pero mi bebé está curada!”
Colabora con Naves de Esperanza, para que miles de persona puedan tener acceso a asistencia sanitaria y quirúrgica y puedan tener futuro.